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Controversias
entre los estudiosos
de Goya

Expertos en Goya señalan que hay decenas de pinturas de Goya, cuya autoría está siendo cuestionada. El inventario del estudio del artista, hecho en el año 1812, sirvió de pauta a los estudiosos para establecer la autoría del artista. Se suponía que cada ítem listado en el inventario había sido realizado por Goya. Los investigadores de Goya ahora se están dando cuenta que esto podría no ser posible. Los expertos fundamentan esta conclusión no sólo en la evidencia documental y en las pruebas científicas sino también en los diversos niveles de calidad que muestra toda la obra. Goya, como muchos otros artistas en el pasado y en la actualidad, tenía un taller que empleaba muchos asistentes, de modo que el taller podía ser considerado como una “escuela”

Self-Portrait, Degas, 1855

The Colossus (El Coloso) (1808-1812) Museo del Prado, Madrid, España

Debido a los recientes argumentos contradictorios, muchos museos ya han comenzado a degradar piezas de Goya de su colección, de autografiadas a piezas de atribución restringida. Los detalles de la reciente investigación científica sobre pinturas cuestionadas de Goya es una parte integral de la exhibición titulada Goya Avant-garde Genius the Master and his School que se llevó a cabo en el Museo de Bellas Artes de Agen, en el sudoeste de Francia. La mayoría de los museos del mundo como el Museo del Prado de Madrid ya han comenzado a anunciar posibles cambios de atribución en trabajos de Goya.

El Coloso es una de las pinturas cuya atribución a Goya corre peligro de ser degradada. Los expertos han propuesto reemplazar su autoría atribuyéndola a Asensio Juliá, quien fue uno de los principales asistentes durante los últimos años del artista. Pero este cuestionamiento público del que es considerado uno de los grandes trabajos no fue hecho a la ligera sino que la atribución al asistente Asensio Juliá se hizo luego de un profundo estudio de la pintura en el que los expertos pudieron identificar varias discrepancias tanto a la vista como bajo la superficie de la pintura. Los rayos X revelaron lo que los expertos interpretaron como unas iniciales “A J” borrosas sobre la esquina de la base izquierda de la tela. Algunos expertos en Goya rechazan la nueva atribución y mantienen que las recientes “iniciales” descubiertas son en realidad los primeros dígitos de un número del inventario. El número 176 aparece visible en fotos antiguas de la pintura. Como alternativa las “iniciales” habían sido interpretadas anteriormente como el número 18 que alude a la descripción de la pintura titulada “Un Gigante” en el inventario de 1812 y que dice: “un gigante con el número dieciocho”.

Finalmente, lo que permite fundamentar los argumentos a favor y en contra de una atribución a Goya es una combinación de conocimientos y análisis técnico. Los expertos en Goya a favor del cambio de atribución de “El Coloso” señalan además que la calidad del trabajo es levemente inferior a otros firmados con seguridad por Goya. Las preguntas sobre la atribución de esta pintura surgieron durante el proceso de restauración cuando los expertos notaron una disparidad en la calidad de los materiales usados para ejecutar “El Coloso”. Ante esta afirmación otros investigadores señalan que el análisis técnico de el Prado apunta a una atribución en favor de Goya al comparar favorablemente la composición de la pintura y la técnica artística con las características de las obras de Goya, especialmente en las otras Pinturas Negras. Aunque el trabajo publicado fue dado de baja, los expertos sostienen que se debe corroborar El Coloso con otros trabajos de Juliá para tener la certeza antes de hacer este cambio de atribución.

Self-Portrait, Degas, 1855

The Milkmaid of Bordeaux (1825-1827) Museo del Prado, Madrid, España

A menudo se dice que el personaje de La Lechera de Burdeos es Rosario Weiss, quien sería hija de Goya. Un personaje alternativo podría ser Leocadia Zorrilla de Weiss que fue cuidadora de Goya en los últimos años de su vida así como su amante y madre de Rosario Weiss. Algunos estudiosos sugieren que La Lechera de Burdeos estéticamente parece ser el trabajo de una mujer por lo que podría haber sido pintado por Rosario Weiss con ayuda del maestro Goya. Las pruebas con rayos X revelaron dibujos de otras figuras debajo de la pintura, un elemento no común en Goya. De acuerdo a los funcionarios del Museo del Prado, tanto El Coloso como La Lechera de Burdeos han estado bajo sospecha de autenticidad por años.

Uno de los objetivos de la exhibición Goya Avant-garde Genius the Master and his School es proponer un nuevo acercamiento al estudio y atribución de las obras de Goya con énfasis en la particularidad de su proceso artístico (en pintura y dibujo) y de sus trabajos firmados. El proyecto de examinar cuidadosamente el trabajo de Goya y el de su taller (particularmente de Augustin Esteve y Asensio Juliá), y de copistas de Goya como Leonardo Alenze, podría conducir potencialmente a una nueva definición de las obras maestras de Goya versus las contribuciones de su taller utilizando la documentación y el análisis técnico. Los informes muestran que las atribuciones definitivas y las recategorizaciones no finalizarán hasta lograr una buena batería de pruebas científicas en la colección de el Prado.